La vigencia de los derechos humanos en Latinoamerica un desafío constante

En el contexto de América Latina y el Caribe, es posible visualizar un proceso de inestabilidad democrática, polarización política, y por ende, de confrontación social, generando fenómenos como, la migración forzada, la xenofobia en los países que receptan a los migrantes, y nuevas manifestaciones de tipo nacionalista que imposibilitan la convivencia pacífica e intercultural, provocando, de esta forma, distintas situaciones de violencia de toda índole, desde violencia institucional, violencia de género, violencia producto de la delincuencia, etc. Si las pensamos en el marco de la justicia social, encontramos que todas ellas vulneran los derechos humanos de grupos de personas que, o por no tener la fuerza o por estar invisibilizados no pueden defenderse.

Creemos imperioso en esta coyuntura, recordar otros momentos en donde se violaron derechos humanos, a modo de encontrar elementos que nos ayuden a interpretar el presente, evidenciar formas de resistencia, que no solo refieren a grandes manifestaciones en pro de los derechos, sino precisamente a las estrategias que cada persona, y comunidad de fe, implementó en su cotidianidad para sobrellevar el estado de vulneración de derechos en el que se encontraba.

Para ello, en la primera fase del presente proyecto nos hemos centrado en recuperar las memorias de personas que resistieron a la dictadura desde las comunidades de fe, especialmente cristianas. La religión produce un espacio en el cual, el acto de recordar va de la mando del acto de creer. Lo interesante es reconocer el hilo de memoria que se establece entre los creyentes, reconocer cómo estos recuerdan y qué recuerdan, en este caso, en base a un hecho específico, el Terrorismo de Estado sufrido en Uruguay desde 1966 hasta 1984. Periodo en que diversas comunidades de fe fueron perseguidas o atacadas, por involucrarse en la vida política en la cual estaba inserta.

La solidaridad no tiene fronteras” era el lema de la ONG “Clamor” que fue fundada en 1973 en Brasil para socorrer a los refugiados del cono-sur, esta metodología, según Charles Harper1 “influyo de forma precisa en las estrategias adoptadas por el CMI como respuestas a las apremiantes necesidades de respeto de los derechos humanos en la región: seamos discretos y precisos, actuemos de forma rápida y codo a codo con las iglesias y los demás integrantes de la comunidad ecuménica”.

En un contexto donde el discurso religioso y específicamente el texto Bíblico es utilizado por el fundamentalismo cristiano (creciente en numero y poder político en toda América latina) para atacar los derechos humanos. Se vuelve urgente brindar herramientas para que las iglesias herederas de la reforma refuerzen su voz profética para defender la vida de los más empobrecidos y excluidos. Por lo tanto, las iglesias y las personas de fe cristiana en América Latina son nuevamente desafiadas a tener un rol activo en la defensa de los derechos humanos y, para esto es fundamental generar espacios de formación y reflexión que estén nutridos por los aprendizajes de lo vivido, por una reflexión biblico teológica contextualizada y una invitación a la acción pastoral y social.

En este sentido es necesario reafirmar el compromiso cristiano en defensa de los derechos humanos que nos une como creyentes por el bien común, así como lo pronunciara el Papa Juan XXIII en su inciclica Pacem In Terris, “Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad” y el llamado a toda los cristianos a trabajar en defensa de los derechos humanos. Y los reiterados llamados del Papa Francisco para trabajar por la justicia, contra el abuso , la violencia y proteger a los derechos de los migrantes.

Y el llamado en el mundo protestante a que “Nuestra primera responsabilidad es por el establecimiento de la libertad y la afirmación de la dignidad del ser humano”. Emilio Castro2

El proyecto en su primera etapa logra la sensibilización profunda de miles de personas. El documental fue visto en formato de cine-debate con instancia de reflexión con los realizadores o protagonistas en 14 ciudades de Uruguay, 2 ciudades de argentina, 3 ciudades de otros países de la región y 14 ciudades de Europa. También se proyecto el documental en dos canales públicos de televisión en Enero 2019 (Tv ciudad y Televisión Nacional Uruguay) y se acordó hasta 6 proyecciones más en los siguientes dos años, con un alcance de más de cien mil personas en Uruguay. Así mismo se publicaron más de 30 notas de prensa: https://feenlaresistencia.com/prensa/ con un alcance de cientos de miles de personas en todo el mundo y varios idiomas.

A partir de la capacidad instalada en la primera fase del proyecto por las redes de trabajo ecuménico a nivel regional, grupos juveniles y universitarios y la articulación con los movimientos a favor de los derechos humanos que se reflejan en las cartas de apoyo recibidas y organizaciones sociales y eclesiales que se han sumado, el proyecto lograra generar un impacto significativo y con proyección en el tiempo.

Dimensión del problema

Migración. La realidad de la migración forzada por temas políticos, sociales o falta de medios de vida es una realidad que desafía a toda la región. En los últimos dos años ha aumentado la migración de cubanos, colombianos, centroamericanos, brasileños y venezolanos. “La cifra de venezolanos que han abandonado su país alcanza los 3,4 millones, según las agencias de la ONU para los refugiados (ACNUR) y los migrantes (OIM). Los países en Latinoamérica y el Caribe han recibido a unos 2,7 millones de venezolanos. Colombia es el principal país de acogida con más de 1.100.000 refugiados y migrantes. Le siguen Perú con 506.000, Chile con 288.000, Ecuador con 221.000, Argentina con 130.000 y Brasil con 96.000.” (ONU, Febrero 2019)1 La migración interna en una región desigual como la latinoamericana agudizan los problemas de pobreza, desigualdad, convivencia y medio ambiente ya planteado como criticos por la ONU en la definición de los ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible) 1, 10 y 11 para el 2030.

Violencia de género. En Latinoamérica cada día mueren asesinadas nueve mujeres. En la región, 27,4% de los jóvenes considera “normal” la violencia de género. En el subcontinente, el 29,8% de las mujeres ha sido víctima de violencia por parte de su pareja, y un 10,7% ha sufrido violencia sexual fuera de la pareja. América Latina es el lugar más letal para ellas fuera de una zona de guerra, según ha señalado ONU Mujeres. Al menos 2.795 mujeres fueron asesinadas en 2017 por razones de género en América Latina y el Caribe, según datos oficiales recopilados por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2018)2. El trabajo sobre esta problemática es fundamenta en la linea de lograr el ODS 5 que apunta a la igualdad de género.

Justicia social. En casi toda la región pero con especial fuerza en Brasil y Argentina, se esta criminalizando a los jóvenes pobres y negros, los pueblos originarios, los activistas sociales y especialmente las que luchan por la igualdad de género, lideres de los movimientos sindicales, los sin tierra o sin techo, entre ellos miles de lideres cristianos de toda América latina están viendo amenazadas sus vidas o ya son mártires de la violencia institucional, aplicada por la policía, los grupos para-militares o militares. 3 Esta es una problemática que es abordada por el ODS 16 sobre Paz, justicia e instituciones solidas, nuestra región esta viviendo una debilidad institucional, en los ámbitos de justicia y democracia preocupantes.

Metodología

El proyecto Fe en la Resistencia busca capacitar y empoderar a las iglesias, organizaciones ecuménicas, sociales y lideres comunitarios en pos de la defensa de los derechos humanos. Para esto trabajaremos desde la memoria, la fe y el análisis crítico como herramientas claves para promover estos procesos de transformación social.

El proyecto trabajará en tres lineas de acción:

  1. Investigación y producción pedagógico-pastoral

  2. Sensibilización pública y formación de líderes

  3. Producción audiovisual

1 Charles R. Harper, El acompañamiento, Acción Ecuménica por los Derechos Humanos, 1970-1990. Harper es pastor prebisteriano brasileño, fue Director de la oficina de Derechos Humanos para America Latina del CMI entre 1973-1992.

2 Emilio Castro, pastor metodista ex secretario general del Consejo Mundial de Iglesias

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